No Pasa Nada por Cambiar de Empresa de Jardinería

Muchas veces me encuentro con clientes que nos piden presupuesto para mantener su jardín cuando ya están muy cansados de no tener su jardín como les gustaría y se plantean cambiar de empresa de jardinería. Me da la impresión de que nos piden presupuesto a las empresas de jardinería nuevas sólo cuando se han hartado, cuando han llegado a su límite.

Es una pena que lleguen a este punto, pero lo cierto es que egoístamente nos interesa que nos pidan presupuesto.

Vamos más allá

Lo que yo pienso es que a uno no se le tiene que acabar la paciencia con su jardinero, si no conectas con él como te gustaría o tienes la sensación de que lo que le dices cae en saco roto, para qué quemar energías y meses de mantenimiento infructuoso del jardín, sigue buscando un jardinero hasta que des con uno que tengas la sensación de que puede trabajar tu jardín durante muchos años.

Nada que decirle al jardinero

Cuando un cliente llega al punto de comunicación con su jardinero tal que no tiene que decirle nada y el jardín está perfecto, ese cliente se queda con ese jardinero por muchísimos años, y seguramente no se preocupe tanto si le cuesta un poquito más que otras ofertas tentadoras que pueda recibir, seguramente preferirá pagar ese poquito más por esta comunicación bien construida con su jardinero y por no pensar en gastar energía en adaptarse a una nueva empresa de jardinería o jardinero.

Como si fuera nuestro propio jardín

Nuestro secreto radica en tratar el jardín de nuestro cliente como si fuera nuestro propio jardín, de este modo nos adelantamos casi siempre a sus peticiones y superamos sus espectativas y gracias a trabajar así conseguimos una alta fidelización de clientes que además nos recomiendan a nuevos clientes por lo que por lo general trabajar esa hora de más sabiendo que no la vas a cobrar, merece la pena.

 

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