A la hora de considerar el valor de una propiedad inmobiliaria, el aspecto y estado que presenta su jardín puede contribuir sustancialmente a incrementar o reducir el valor de la propiedad. Una finca con árboles de más de 20 años puede incrementar más de un 20% el valor de la vivienda. Del mismo modo, contribuye a amortiguar la depreciación de elementos de la vivienda por el paso de los años, tales como electrodomésticos, baños, cocina, suelos, techo, etc.
Considerando un jardín bien mantenido y una casa mantenida al día, el valor del conjunto se incrementa. Una comunidad de vecinos que tenga un jardín bien cuidado, da a entender a los potenciales compradores o inquilinos, que esa comunidad se gestiona con mimo y que es un lugar agradable donde vivir. Además, es lo primero que ve un potencial comprador o inquilino antes incluso de la propia vivienda.
Un ejemplo cada vez más visible lo tenemos en los portales de búsqueda de viviendas Idealista o Fotocasa, donde los usuarios y los profesionales inmobiliarios, tienden a colocar en primer lugar las fotos de las zonas ajardinadas de la vivienda, antes que las fotos del interior de la misma tratando con ello de llamar la atención de los clientes potenciales.
Está equivocada la creencia de que para tener un jardín bonito hay que gastarse mucho dinero en su mantenimiento. Desde Poda y Jardín, tratamos de ir reduciendo los costes de mantenimiento de los jardines de nuestros clientes paulatinamente mediante modificaciones en los riegos, elección de plantas de sustitución, y optimización de los tiempos de trabajo en el jardín, todo ello aumentando la vistosidad desde el punto de vista ornamental y paisajístico.