Quienes hayan visitado los jardines de La Granja de San Ildefonso, posiblemente vean esta foto y no se percaten de que esta es la Colegiata del Palacio de La Granja, donde el que les escribe tuvo el privilegio de casarse con su santa esposa.
Más adeante investigaré la fecha en la que se tomó esta fotografía que posiblemente fuera a finales del S. XIX y también el autor para compartirlo con vosotros.
Se ven, escoltando la Colegiata dos sequoias que posiblemente en la foto tuvieran de 10 a 15 años de edad y en la izquierda de la foto un cedro de Líbano que a día de hoy está espectacular.
Esta foto que sigue la tomé el 27 de febrero de 2014 con el móvil por lo que no tiene muy buena calidad. Me gustó cómo incidía la luz de la tarde en la sequoia llamada La Reina, con la niebla al fondo después de un día de lluvia.
El árbol sin hojas de la izquierda del todo es una robinia, y el árbol de la derecha que tampoco tiene hojas frente la sequoia (la foto es oscura y a lo mejor no se aprecia muy bien que está delante de ella y no detrás) es un haya Fagus Sylvatica Atropurpurea que posiblemente sea la más bonita que haya en toda España. De hecho es el ejemplar favorito de un servidor.
Dice la leyenda popular que la sequoia de la izquierda de la foto en sus orígenes era conocida como El Rey y la de la derecha La Reina, pero sucede que al Rey se le cayó un árbol que tenía plantado cerca rompiendo muchas de las ramas y dejándole este aspecto de bonsái gigante. Entonces se les cambió el nombre y a la de la derecha se le llamó el Rey y a la de la izquierda La Reina.
Ahora el Rey es una sequoia muy bonita pero la Reina sin duda es excepcional.
La labor del paisajista pasa desapercibida en los primeros años y sólo cuando ya el jardín y los árboles han madurado y evolucionado, es cuando se puede observar aquello que el paisajista ya había previsto en su cabeza, este paisaje homenajea todos los días a sus creadores y jardineros que nos lo han dejado como legado a todos los que vivimos y pasamos por la Granja de San Ildefonso.